En estos tiempos que nos han tocado vivir, con una situación de crisis económica global más agravada en España a cuenta de nuestra vinculación económica con la construcción, las diferencias, entre unos y otros se hacen mucho más evidentes.
No hablo de ricos y pobres, hablo (municipalmente por supuesto), de elegidos y desechados. Voy a tratar de explicarme: en entradas anteriores ya he hablado de la perfecta simbiosis existente entre votantes y poder, sobre todo en Piedralaves, dónde los votos se intercambian por privilegios y a su vez los privilegios se representan en votos: a este grupo de favorecidos por el poder los llamaré ELEGIDOS.
Después estamos (me incluyo por solidaridad ya que por suerte mi trabajo es ajeno a los trabajos municipales) los demás: personas normales, cada uno con nuestras particularidades personales (casa, hijos, situación laboral,....), que no podemos acceder, de ninguna manera a ser favoritos puesto que nos avergüenza sacar provecho de nuestros votos (tal y como hacen nuestros contrincantes los elegidos), así que pasaré a denominarnos DESECHADOS.
Y ante esta situación económica municipal es dónde se pone en evidencia la gran diferencia: los elegidos, como siempre, participando de la tajada comunitaria, siguen disfrutando de sus trabajos perpetuos, que pagamos entre todos, pues son trabajos que genera nuestro ayuntamiento bien por servicios, necesidades, etc... y los demás, los desechados, contribuyendo a que nunca falten ingredientes para la tarta, tratamos de sobrevivir haciendo lo de siempre, ganando lo de siempre, cruzando los dedos ante nuestra inseguridad, echando a la lotería todas las semanas y aguantando cómo los otros se jactan en público de la seguridad que les ofrece la continuidad en el poder, porque son ellos, sí como oís, ellos los que tienen "la sartén por el mango".
Sí, llamadme pesimista, desengañado o defraudado, pero la situación política de Piedralaves, alimentada en esta patética dinámica desde su inicio (hace ya más de una década) se ha convertido en un esperpento que ha dejado de lado la solidaridad hacia los que pueden menos, para seguir alimentándose de este "toma y dame" que ya es insoportable y que dudo mucho que pueda ser sostenible en la próxima legislatura.
Después estamos (me incluyo por solidaridad ya que por suerte mi trabajo es ajeno a los trabajos municipales) los demás: personas normales, cada uno con nuestras particularidades personales (casa, hijos, situación laboral,....), que no podemos acceder, de ninguna manera a ser favoritos puesto que nos avergüenza sacar provecho de nuestros votos (tal y como hacen nuestros contrincantes los elegidos), así que pasaré a denominarnos DESECHADOS.
Y ante esta situación económica municipal es dónde se pone en evidencia la gran diferencia: los elegidos, como siempre, participando de la tajada comunitaria, siguen disfrutando de sus trabajos perpetuos, que pagamos entre todos, pues son trabajos que genera nuestro ayuntamiento bien por servicios, necesidades, etc... y los demás, los desechados, contribuyendo a que nunca falten ingredientes para la tarta, tratamos de sobrevivir haciendo lo de siempre, ganando lo de siempre, cruzando los dedos ante nuestra inseguridad, echando a la lotería todas las semanas y aguantando cómo los otros se jactan en público de la seguridad que les ofrece la continuidad en el poder, porque son ellos, sí como oís, ellos los que tienen "la sartén por el mango".
Sí, llamadme pesimista, desengañado o defraudado, pero la situación política de Piedralaves, alimentada en esta patética dinámica desde su inicio (hace ya más de una década) se ha convertido en un esperpento que ha dejado de lado la solidaridad hacia los que pueden menos, para seguir alimentándose de este "toma y dame" que ya es insoportable y que dudo mucho que pueda ser sostenible en la próxima legislatura.
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